Patagonia en Bicicletas - Tramo 6 - Desde Cochrane a Puerto Natales


El Álbum de fotos de este tramo lo pueden ver en la siguiente publicación: Fotos tramo 6







Día 45,  Desde el 27 al 29 de Enero 2014 - Camino a Caleta Tortel

Descripción de la Ruta: Ripio
Distancia Recorrida:126 km. 

27 Enero: Río Barrancoso en el Km 45

Salimos de Cochrane con la extraña sensación de tristeza... quizás es porque dejamos este lugar que disfrutamos mucho o quizás es porque sentimos que queda muy poco para dejar la carretera austral y con esto se acerca el fin de nuestro viaje.

Emprendemos nuestro viaje rumbo a Caleta Tortel, un tramo que lo planificamos en 3 días ya que son más de 120 kilómetros de viaje en un camino de ripio. Aunque la mayoría de los ciclistas planifican este viaje para 2 días.

Apenas dejamos el asfalto del pueblo el camino comienza a ser una molestia ya que está destruido. Avanzamos lento tratando, sin éxito, de buscar una huella libre de calamina en este camino rompe parrillas. 

En el kilómetro 8 pedaleamos bordeando el hermoso lago Esmeralda, un camino en cornisa que sube y baja pero no es de gran dificultad.


Lago Esmeralda


Cuando perdemos de vista el lago, el camino comienza a hacerse más pesado ya que además de su estado ya descrito, comenzamos a subir en un falso plano. El camino es hermoso y para un día soleado como el de hoy es reconfortante ya que vas en medio de un fresco bosque.

En el kilómetro 30 aprox. vemos una escena dramática, una bicicleta con alforjas en el suelo, al borde de una quebrada menor. Nos detenemos y llamamos para ver si hay alguien ahí abajo y era una chica de Holanda que sólo había bajado a buscar agua. Luego llegaron 2 de sus amigas y conversamos a hablar en señas ya que no hablaban nada de español y nos decían "diez" y luego con señas nos mostraban una bajada, una enorme bajada. Del desvío a Tortel nos dijeron "taca taca taca taca" y supimos que la calamina nos acompañaría hasta allá.

En el kilómetro 40 comienza la bajada de la cuesta Barrancoso de la que nos habían hablado, una bajada de 5 kilómetros en un terreno malísimo y que bajamos con cuidado ya que deben suponer por su nombre, que todo el camino se encuentra al borde de un gran barranco.

Eran las 16 horas y estamos en el kilómetro 45, donde termina la cuesta y se llega al puente que cruza el Río Barrancoso. Justo acá se encuentra un desvío hasta Los Ñadis, lugar que cuenta con un camping que nos recomendaron pero que para acceder a él debes desviarte 3 kilómetros de la carretera y que era nuestra opción para pasar la noche. Luego miramos el Río Barrancoso y junto a él un frondoso bosque, el cual inspeccionamos y cuenta con claros signos de un campamento reciente ya que posee un terreno limpio y marcado para poner la carpa, una estructura artesanal de piedras para hacer fogata y cocinar, y hasta una improvisada banca hecha de trozos de troncos, en fin... el lugar perfecto para descansar, pasar la noche y justo junto a un torrentoso río desde donde podemos obtener agua.

Eran las 17 horas y vemos una pareja de ciclistas que se detiene en el puente Barrancoso, fuimos a hablar con ellos y a invitarlos a pasar la noche en el bosque junto a nosotros. Ellos eran una pareja de adultos mayores de USA y aun tenían pilas para continuar este día, así que decidieron avanzar un poco más.

Se sintió un poco de sustito esta noche, ya que es la primera vez que estamos completamente solos en medio de la naturaleza, en un bosque oscuro y con el fuerte sonido del río Barrancoso. Pero a pesar de estar más alertas en caso de cualquier ruido esa noche dormimos bien.

28 Enero: Río Baker en el Km. 96

Como es habitual nos levantamos a las 6 AM y el día está inusualmente helado, mientras tomamos desayuno el sol comienza a asomar pero el frondoso bosque no deja pasar los rayos de sol. Nos apuramos para comenzar a pedalear y así calentar el cuerpo.

Avanzamos un par de kilómetros entre los bosques y el camino comienza a mejorar, un camino que nos permite avanzar más rápido y que además es generosamente plano.

En el kilómetro 55 vemos una cabaña al borde del Río Ñadis, y en este terreno muchas vacas que nos mugen al pasar. Un lugar muy solitario y es la única casa que hemos visto este día. Más adelante y cruzando el puente vemos al dueño de la casa, quien nos saluda y nos cuenta de su ranchito que vimos más atrás. Andrés aprovecha de preguntarle por la resolución de La Haya sobre la demanda de Perú, ya que sería estos días y no teníamos comunicación, él nos cuenta que Chile perdió.

Luego de cruzar el puente Ñadis, el camino comienza a subir pero está en buen estado por lo tanto no se hace complicado.

En el kilómetro 80 se encuentra el desvío al Lago Vargas, lugar donde pretendíamos pasar la noche pero aun son las 13 horas, y el lugar está muy expuesto. Tomamos el desvío para conocer el Lago Vargas, donde esperábamos encontrar un lugar para acampar. El lago se encuentra 1 km. desde el desvío y es un lugar hermoso, dan ganas de saltar y darse un chapuzón pero el día esta helado para hacerlo. Un puente colgante cruza este lago, un buen lugar para descansar, comer un snack para luego continuar el camino, ya que hay mucha basura en cada uno de los extremos del puente y con esto suponemos que también hay ratones.

 Vista del Lago Vargas desde la Ruta 7

Continuamos nuestro camino por la Ruta 7 hasta encontrar un lugar apto para acampar, en esta zona se vuelve difícil encontrar algo ya que la vegetación cambia volviéndose más densa.

En el kilómetro 96 vemos la entrada a una especie de embarcadero, que nos lleva directo a nuestro reencuentro con el Río Baker, esta vez luciendo un color verde-gris. Junto al río se ve una explanada verde ideal para acampar, pero Andrés prefirió buscar un lugar lejos del río en caso de cualquier imprevisto. En este mismo embarcadero abandonado hay una entrada en medio de la selva patagónica, vemos otro sitio usado como campamento recientemente, así que decidimos quedarnos acá y armar nuestro campamento.

 Ruta 7 cercano al Río Baker

Acampando en Embarcadero Abadonado del Río Baker

Cuando fuimos al río a buscar agua para preparar almuerzo vemos las montañas que se encuentran en la ribera del frente del Baker, y las nubes avanzaban rápidamente dejando la tarde de un momento para otro completamente nublada.

Por las nubes y la humedad del lugar, la tarde se puso helada, así que nos encerramos temprano en nuestra carpa y así continuamos disfrutando de nuestra serie Breaking Bad. Unos minutos después de entrar en nuestra carpa sentimos el sonido del agua caer, comenzaba a llover y no paró durante esta noche, y nos quedamos dormidos escuchando el sonido del agua golpeando nuestra carpa.

29 Enero: Tortel en el Km 126

Nuestras alarmas sonaron a las 6 AM y aun sentíamos llover fuertemente. Tan solo nos restaban 30 kilómetros para llegar a Tortel, por lo tanto no era necesario comenzar tan temprano nuestra jornada, así que decidimos dormir un par de horas más mientras esperamos que deje de llover.

9 AM, suena nuevamente nuestra alarma y también lo hace el agua, que cae fuerte sin señales de querer detenerse. Decidimos levantarnos y sin salir de nuestra carpa guardamos nuestras cosas, preparé un par de sandwich de desayuno los que comeríamos más adelante, al encontrar algún refugio. Todo con extremo cuidado y solo nuestra carpa nos quedo mojada, muy mojada.

La lluvia era tan intensa que las montañas que vimos el día de ayer, hoy no se logran distinguir, es como una cortina blanca que se pone delante de las montañas, cubriéndolas totalmente.

En el kilómetro 103 tomamos el desvío a Tortel, una enorme bajada que continua con una subida, a pesar de la lluvia, no es tan terrible. Nos habían advertido de la calamina en este camino pero tampoco estaba tan mal, aunque debías buscar la huella libre de calamina para avanzar sin azotar tu parrilla.

En este tramo Andrés no saco fotografías ya que con la fuerza de la lluvia podía dañar su cámara, pero también estaba confiado de tener mejor suerte al momento de volver y recorrer este tramo de vuelta.

En el kilómetro 110 sentimos que el agua se comienza a pasar por todos lados, sentía las piernas, la espalda y los pies mojados. Nuestras zapatillas hacían burbujitas cuando hacíamos presión con nuestros pies para pedalear. Pedaleamos fuerte para llegar pronto a secar nuestra ropa y bañarnos con agua caliente.

Cuando comienzas a bordear en cornisa el Río Baker el camino comienza a subir y bajar, y justo antes de llegar a Tortel hay dos grandes subidas. En este camino y producto de las intensas lluvias nos cruzamos con varias cascadas que llegaban directo al camino, también a lo lejos en las montañas se logra distinguir enormes caídas de agua, a pesar de la cortina de agua que impide apreciar de mejor manera el entorno.

En el kilómetro 126 llegamos a Caleta Tortel, un enorme cartel de madera lo anuncia y de fondo se ve el Fiordo rodeado de casas y pasarelas, sin duda un lugar único y mágico. 

Dejamos nuestras bicicletas en el estacionamiento con las alforjas incluso y fuimos en busca del Hostal de Gabino Zurita, ya que nos lo habían recomendado en Cochrane por contar con almuerzo, cena, y además compartía su cocina. Afortunadamente el hostal se encuentra arriba del cerro, y solo debes bajar un poco desde el estacionamiento. Esto ayuda mucho cuando tienes que cargar bolsos y alforjas, ya que las bicicletas quedaron en el estacionamiento, amarradas con el Ulock y tapadas con su capa para lluvia.

Luego de una reponedora ducha con la mejor de las vistas salimos en busca de comida, y ya había dejado de llover. Una calle o pasarela más abajo de nuestro hostal encontramos una pequeña casa donde nos prepararon chuletas con papas saleadas, que mejor para recuperar fuerzas y sentirse abrigadito por dentro y por fuera. Mientras comíamos vemos por la ventana que comienzan a asomarse los rayos del sol, y con la espectacular vista que tenemos desde esta casa vemos en plenitud Caleta Tortel, una maravillosa postal que contemplamos por un par de minutos sintiéndome bendecida de presenciar este escenario después de tanta lluvia.

Vista de Caleta Tortel desde el Restaurant


Mientras nuestras zapatillas se secaban junto a la estufa de combustión lenta, salimos a recorrer Tortel con nuestras chalitas, debíamos aprovechar estos instantes soleados que el día nos regala, ya que el cielo se despejaba completamente.



Siempre había pensando que las pasarelas de Tortel estaban solo en la parte turística del pueblo, pero no es así, están por todo el pueblo y por todo el cerro. Hice el intento de bajarme de la pasarela y pisar el cerro y es fangoso, una montaña que chupa tu zapato dada la humedad y vegetación que conserva durante todo el año gracias a las constantes lluvias del lugar.

Es un lugar tan lindo que es imposible creer que acá existe la tasa más alta de depresión, después de Puerto Aysén, todo esto por las consecuencias negativas que provoca la lluvia.

En nuestro hostal conocimos a Babette y Frank, una pareja de cicloturistas de Holanda que viajan desde Pucón a Calafate, y que nos cuentan una romántica historia. Frank le propuso matrimonio a Babette en este viaje, así que sin duda siempre tendrán un cariño especial por la Patagonia por el resto de sus vidas. Ellos son los únicos cicloturistas europeos que vimos viajando en bicicletas con suspención delantera, apropiados para los caminos de la Carretera Austral y es lo que ocupamos el resto de los chilenos y argentinos que transitamos por estos lugares.

En Caleta Tortel nos quedamos dos noches para poder disfrutarlo con calma. En nuestro segundo día fuimos hasta el mirador del pueblo, el cual se encuentra arriba de la montaña donde está emplazado Caleta Tortel y donde tienes una vista maravillosa del fiordo, de la desembocadura del Río Baker en el mar y de las pasarelas del pueblo.




Caleta Tortel desde el Mirador


Sin duda otro lugar para volver y recorrer, lugares especiales que esconde la Carretera Austral y vale la pena repetir una visita.


Día 49,  Desde el 31 de Enero al 3 de Febrero 2014 - Camino a Villa O´higgins


Descripción de la Ruta: Ripio
Distancia Recorrida:142 km. 

31 Enero: Río Bravo en el Km. 43

Dejamos temprano el hostal para limpiar y aceitar nuestras bicicletas, y así prepararlas para nuestro último tramo en la Carretera Austral, este trayecto de más de 140 km lo planificamos para hacer en al menos 3 días por lo tanto llevamos las provisiones necesarios ya que en el camino no existen poblados donde comprar.

Es un día nublado pero lo disfrutamos ya que pudimos apreciar el paisaje que nos perdimos al pasar con lluvia, enormes montañas que no vimos antes, bosques muertos e inundados por el agua, caserios al borde del Río Baker y mucha vegetación producto de la humedad.


Camino al borde del Río Baker



Bosque muerto en el camino a Tortel


En el kilómetro 23 llegamos a la ruta 7, para continuar hasta Villa Ohiggins. Justo acá comienza la cuesta Vagabundo, cuyas curvas se logran ver desde este cruce, una cuesta que te asusta más de la cuenta ya que luce más dura de lo que realmente es por su extensión de 3 km.

Justo en este cruce nos encontramos con más cicloviajeros: Vicente de Francia, que viaja solo desde Quito hasta Ushuaia y habla muy bien español. Federico de Belgica, que viaja desde Chile Chico donde consiguió su bicicleta y luego volverá para completar la Carretera Austral en su bici.

Con muchas pausas para descansar logramos subir para llegar a apreciar la hermosa vista del lugar donde se logra ver la selva patagónica, el Río Baker y las grandes montañas con sus cumbres nevadas.


Vista desde Cuesta Camino a Puerto Yungay

Desde este "mirador" logramos ver en el camino a dos cicloturistas, son Babette y Frank que también dejaron hoy el hostal para continuar su viaje hacía el sur.

Al llegar a portesuelo el camino comienza a ser más amigable, vas en un camino en medio del cerro rodeado de bosques, te cruzas con el sombrío Lago Caiquen cubierto de arboles y justo después de este una enorme subida te lleva justo a la cima del cerro. En esta cima vimos una hermosa familia descansando, son Dany y Alice con sus dos hijos Koby de 6 años y Ana Fey de 4 años, quienes vienen viajando del sur rumbo a Ecuador. Ver los niños felices al vernos y saludarnos con tanto cariño nos llenó el corazón. Ellos pasarían la noche acá ya que la cuesta que debieron subir desde Puerto Yungay es mucho más dura de la que nos toco subir a nosotros desde el cruce a Tortel. Además ellos tenían la simpática compañía de un perro que los siguió desde Puerto Yungay.

En el kilómetro 32 comenzamos a bajar por la cuesta Brava y al mirar para atrás vemos que el perro que acompaña a la familia nos comienza a seguir, y los niños felices aplaudían a ver como este perro tomaba velocidad cuesta abajo. Pueden adivinar quien llegó primero a Puerto Yungay... si, así es, fue el perro.

En el kilómetro 43 llegamos al embarcadero, son las 15 horas y debemos esperar hasta las 18 horas, horario en que zarpa el transbordador que nos llevará al otro lado del fiordo, hasta Río Bravo.

En puerto Yungay hay un refugio si es que no alcanzas a cruzar en el transbordador, es una pequeña y moderna cabaña, muy hermética para protegerte del viento y del frío, con bancas donde puedes extenderte con tu saco para dormir, ya que el suelo puede ser muy frío al ser de cerámica. Hay un baño, pero es administrado por el kiosko del lugar y hay que pagar por cada vez que lo usas.

En este lado también hay un kiosko donde nos quedamos junto a Frank y Babette esperando el transbordador, disfrutando de un calentito chocolate con leche y unas empanadas fritas de queso, que mejor. También venden bebidas, galletas y chocolates, todo tipo de snack, pero no de comida para preparar. Tener en cuenta que el costo de las cosas es mayor que en cualquier otro pueblo de la Patagonia.

Un poco después tres cicloturistas llegan al embarcadero, son Jorge y Rodrigo (chilenos) y Alex (Canadá) quienes se encontraron en la ruta y decidieron acompañarse en este viaje. Los tres cuidándose como verdaderos hermanos y en la misma sintonía aventurera, ya que no conocimos a nadie que tomara más riesgos para viajar que estos tres amigos.

El transbordador nos deja en Río Bravo (viaje sin costo), llegamos cerca de las 19 horas y todos decidimos pasar la noche en el refugio que se encuentra muy bien equipado, con luz baño, agua y una hermosa vista al fiordo. Esta noche comenzó a llover y mientras nos dormíamos esperamos que la lluvia cesara para continuar nuestro viaje al día siguiente.


Barcaza Padre Ronchi


1 de Febrero: Río Bravo en el Km 43

Suena nuestra alarma a las 7 AM y nos levantamos para tomar desayuno, nadie más despierta ni se levanta hasta un par de horas más.

Afuera llovía con ganas, por lo tanto esperamos un rato hasta que calmara tal tempestad, el frío se hacía sentir así que hasta último minuto la primera capa que uso de pijama se quedo bajo mi pantalón y polerón.

Eran las 9 y ya todos comienzan a movilizarse para empezar a pedalear, aun llueve muy fuerte y no estoy segura de querer partir aún.

Alrededor del mediodía los holandeses continúan rumbo al sur, luego lo hacen el grupo de 3 amigos, nosotros titubeamos un poco antes de partir, pero lo hicimos.

En el kilómetro 2 de nuestra ruta ya nos sentíamos empapados, llovia tan fuerte que el agua saturaba chaquetas y pantalones impermeables, el goretex de las zapatillas resistió un poco más, pero no faltaba mucho para que empezáramos a sentir el agua en nuestros pies. Eran tan solo 2 kilómetros y Andrés me propuso que nos devolviéramos, yo sin pensarlo demasiado le dije que si y volvimos al refugio a esperar que parara la lluvia. Era un buen refugio y teníamos provisiones para un día adicional, solo el pan nos iba a faltar, nuestro querido e infaltable pan... sobreviviriamos un día sin él.

Nos instalamos en el refugio y nos arropamos con casi toda la ropa que traemos ya que el frío es potente. Nuestra entretención del día es mirar el transbordador de las 2 y de las 6 de la tarde. En estos viajes del transbordador es mucha la gente que llega de ambas direcciones, desde Villa O´higgins y desde Tortel y es una buena instancia para conversar con turistas que andan en auto, con camioneros y con los ciclistas que llegan obviamente. 

No es mucho el tránsito de autos, ya que la ruta 7 se encuentra cortada ya que se inundó a causa de las lluvias de hace 3 días atrás, más la lluvia de hoy, la laguna Cachet que se encuentra en los cerros se rebalsó y el agua cayó directo al Río Baker provocando que se desbordé e inunde el camino.

En los transbordadores llegaron a pasar la noche Vicente y Federico, francés y belga que conocimos el día de ayer. También llegaron 2 amigos ciclistas amigos de USA, quienes han hecho nuestro mismo recorrido, es decir desde Puerto Montt y terminan en Villa Ohiggins, pero con la particularidad de que solo les ha tomado 2 semanas realizar toda la carretera. Ellos trabajan en Santiago y solo tenían dos semanas de vacaciones y se arriesgaron con el tiempo y la hicieron, solo debían llegar a Villa O´higgins en un día, y al día siguiente volver a Coyhaique para tomar su vuelo de vuelta. Estos amigos además nos contaban que con el desborde del Río Baker debieron meterse al agua para continuar y que el agua les llegó hasta cintura.

Después del último transbordador la tripulación del barco fue a vernos al refugio a preguntarnos si estamos bien, y nos encontraron con cara de frío así que nos hicieron una fogata en un tarro que había afuera y nos enseñaron a buscar palitos para mantenerla encendida. Fueron muy buena onda.


2 de Febrero: Segundo Refugio Kilómetro 90

Despierto a las 7 AM y lo primero que hago es mirar por la ventana, y aunque seguía lloviendo era una lluvia gentil, nada como la tormenta del día anterior.

Los primeros en salir fueron los amigos de USA, nosotros fuimos los segundos y comenzamos bastante lento ya que el camino desde su inicio es hermoso ya que por tu izquierda tienes al Río Bravo, y a tu izquierda una selva patagónica con caídas de agua a cada rato. Lo especial del agua en esta zona es que es de color amarillo, desde Tortel que no vemos agua cristalina y debe ser por las raíces de tanta planta que hay.


Cascadas en la Ruta 7


A los pocos kilómetros nos pasan Vicente y Federico, que continuaron su viaje juntos y que ambos son una máquina para pedalear. 

En el kilómetro 53 el camino se vuelve plano y vemos una casa habitada, y lo sabemos porque debe tener su cocina a leña prendida, ya que sale humo desde ella. Andrés se detiene y va a preguntar su tienen pan que nos vendan, y nos ofrecen sopaipillas... aun mejor! Andrés ofreció pagarles pero no lo aceptaron, y nos regalaron unas deliciosas sopaipillas sureñas.

En el camino nos encontramos con un camión que regresa a Cochrane y cuyo conductor conocimos ayer. Se detuvo para contarnos que el día anterior un ciclista tuvo un accidente, que se dio vuelta en la bicicleta en una bajada y se quebró la clavícula. Él lo asistió y lo llevó hasta el consultorio en Villa O´higgins y luego no supo más de él. Nosotros quedamos preocupados y preguntándonos quien de los 3 amigos se accidento, y con mucha pena ya que si el accidente fue así no podría continuar hasta Punta Arenas como lo habían planeado.

En el kilómetro 63, comienza la cuesta Las Eses, por un camino que va por el borde de un cerro. Desde abajo logras ver las vueltas del camino y da un poco de susto. Esta es la primera cuesta que debemos enfrentar este día.  A mi me costó mucho subir cada una de las curvas, pero valía la pena por las hermosas vistas que teníamos desde el cerro. Además mientras más subíamos más cerca vemos los cóndores que vuelan sobre este cerro, en un momento fueron 5 los cóndores que veíamos en el cielo y un par de ellos los vimos tan cerca que pudimos sentir el ruido de sus alas al pasar, un momento mágico difícil de igualar.

En el kilómetro 80 (km. 37 del día) ubicamos el primer refugio, una casita de madera que se anuncia con sencillos banderines colgados entre los árboles. Nosotros decidimos continuar ya que a pesar de la cuesta aun nos quedan pilas.

Junto en el kilómetro 80 comienza la segunda cuesta por el cerro tres puntas, una cuesta sin muchas curvas y por lo tanto agotadora para mi, ya que los falsos planos me destruyen psicológicamente ya que siento que no avanzo nada.


Portezuelo Cerro Tres puntas

Luego se baja el cerro Tres Puntas, pero no en su totalidad, ya que desde el cerro se logra contemplar el valle mientras avanzas en un terreno plano, disfrutable.

Teníamos el dato del segundo refugio, el cual se encuentra escondido pero se anuncia en la carretera con un palo afirmado por unas piedras. Este palo lo vimos en el kilómetro 90 desde Tortel, y kilómetro 47 de este día, donde hay una gran entrada y mientras avanzas puedes ver la cabaña. Este refugio se encuentra muy bien equipado, tiene bancas, un espacio como una cama de dos plazas, una meza y una chimenea junto a bastante leña, es importante saber que al momento de ocupar leña debes reponerla, podría salvar de una hipotermia a algún ciclista.

El refugio es muy helado, tratamos de tapar sus rendijas pero igual sentíamos que entraba el viento, finalmente pusimos el footprint en la pared y eso ayudo un poco, aunque igual pasamos mucho frío ya que todas las montañas se veían nevadas y teníamos a campos de hielo norte al lado nuestro.

Dejamos unos tips en el refugio, como donde buscar agua, como tener más luz, y pusimos un signo pare para ciclistas en el Palo de la entrada, para que sea fácil ubicar este escondido refugio.


Señaletica para acceder al refugio.


3 de Febrero: Villa Ohiggins Kilómetro 142

La noche estuvo fría y mientras dormía sentía mis pies heladísimos. A las 7 suena nuestro despertador y ninguno de los dos quería asomar su nariz fuera de los sacos, además se sentía la lluvia golpeaba el techo del refugio, aunque era suave.

Si todo sale bien hoy es nuestro último día de pedaleo por la Carretera Austral y se siente bien estar próximo a cumplir un hito muy importante en nuestro viaje, no es menor los más de 1.200 kilómetros recorridos a pedaleo y empujones.

Luego de desayunar nos equipamos para la lluvia y salimos rumbo a Villa O´higgins. La lluvia fue nuestra compañera durante este tramo, como no hacerse presente para acompañarnos en este día tan importante para nosotros.

El camino continua plano, lo que lo hace ideal ya que te permite apreciar los hermosos paisajes, quizás los más bellos de toda la Carretera Austral, aun para un día nublado y lluvioso como el de hoy.

En el kilómetro 98 se encuentra la Laguna Padre Ronchi, quien fue un Padre que fue muy querido en la región de Aysén ya que ayudó y fomentó la comunicación entre pueblos con iniciativas como radios comunales y conexión a través de radio aficionado entre los pueblos de la región. Muchas de las antenas de los pueblos de Aysén rinden homenaje al Padre Ronchi con su imagen dentro de ellas.

A causa de la lluvia el camino se encuentra barroso en algunos tramos y me salta barro por todos lados, hasta en la cara. Esto hará de alguna forma más dramática nuestra llegada a Villa O´higgins

Luego el camino se desvía entre medio de un bosque y en el kilómetro 104 (km. 61 desde Río Bravo) encontramos justo al lado del camino el tercer refugio de este tramo y es el mejor y más equipado de los que vimos. Este a diferencia de los otros fue una casa y ahora sirve de lugar de descanso para viajeros y trabajadores de este camino. Tiene cocina a leña, utensilios y hasta colchones, lo mejor, no tiene filtraciones de aire.

En el kilómetro 104 se encuentra la Laguna del Colorado y unos kilómetros más adelante el Lago Cisnes, ambos con maravillosas vistas desde la ruta. El camino va bordeando los lagos e incluso se puede distinguir que el camino da la vuelta al Lago Cisnes para devolverse por la ribera del frente. Una vuelta en U para contemplar de todos los ángulos esta belleza.


Laguna del Colorado


Lago Cisnes

Cuando das la vuelta al Lago Cisnes el camino te lleva en dirección norte hasta el Río Mayer, cruzando así el último de los puentes de la Carretera Austral en el kilómetro 134.


Río Mayer


Una vez que cruzas el puente, el camino se devuelve nuevamente en dirección sur, que ingresa entre los bosques para llevarte finalmente a Villa O´higgins en el kilómetro 142.


Ingreso a Villa Ohiggins

Entrar a Villa O´higgins es como entrar al pueblo de cuentos, atraviesas un pórtico, no hay nadie, pero absolutamente nadie en la calle y todas las casas se encuentran con su chimenea humeante. Un lugar mágico digno de ser el punto final de muchos viajeros, y el último pueblo de esta región tan fascinante como la Región de Aysén. Y nosotros llegando como de la guerra, embarrados, cansados y con la necesidad de una buena ducha.

En Villa O´higgins hay al menos 3 camping para elegir, nosotros fuimos directo a El Mosco ya que nos lo habían recomendado. Ingresamos al lugar y nos recibe con un fuerte abrazo Matias y nos dice "yo pensé que nunca más me iba a encontrar con ustedes", y la verdad es que nosotros también pensamos lo mismo ya que con los días que pasamos en Cochrane nos llevaba un par de días de ventaja, pero en la Patagonia nunca se sabe, y no puedes planificar nada sin considerar un plan B. En el caso de Matías, hace un par de días que esta detenido acá sin poder regresar hasta Coyhaique, ya que la ruta 7 se encuentra cerrada a la altura de Caleta Tortel. Son muchas las personas que esperan el bus desde Cochrane para poder regresar, entre ellos los amigos de USA que perdieron su vuelo ya que ningún auto a ingresado a Villa O´higgins al menos en 2 días y nosotros damos fe de esto, ya que ayer y hoy tuvimos la ruta solo para nosotros.

Es tan cierto el dicho de la Patagonia que muchas personas nos lo dijeron y lo repitieron hasta que me hizo sentido, aunque en un principio me daba risa ya que el dicho ni siquiera rimaba pero es verdad y dice así  "El que corre en la Patagonia pierde su tiempo".

El camping tiene una gran explanada para poner las carpas y unos pequeños arbustos para proteger tu carpa del viento. Pero eso no importa ya que cuenta con un enorme comedor que no te darán ganas de volver a tu fría carpa después de disfrutar del calor de la cocina y de la cordialidad de sus dueños. En el camping además, puedes obtener todo tipo de información para hacer trekking y sobre todo para el cruce Dos Lagunas, el cual se encuentra graficado en un simpático dibujo pegado en la pared del mesón de información turística. El costo del camping es de $5000 por persona.

Desde el comedor del camping vimos en la calle a Jorge, Rodrigo y Alex (los 3 amigos) pedaleando con sus alforjas cargadas y pedaleando a toda prisa. Van en dirección norte ya que ellos cruzarán por el Río Mayer, el cruce más peligroso que existe para pasar a Argentina desde acá. Nos alegró verlos ya que eso significaba que el accidente que uno de ellos tuvo no fue grave y que continuaran su viaje. Lamentablemente no alcanzamos a hablar con ellos pero al verlos les deseamos mucha suerte en nuestras mentes ya que el cruce será difícil pero sabemos que por su instinto aventurero los ayudará y lo lograran. 

En los paseos por el pueblo nos encontramos con Vicente y Federico quienes se quedan en un camping que esta un kilómetro antes de ingresar a Villa O´higgins. Vicente esta preocupado por el cruce ya que el barco que debes tomar para atravesar el Lago O´higgins no está funcionando por mal clima, así que fuimos a averiguar directamente en la agencia Robinson Crusoe que está justo frente nuestro camping. 

En Villa O´higgins el clima es tan impredecible como la navegación por el Lago O´higgins y tiene sentido. Ya que primero nos dicen que la navegación se encuentra suspendida y una hora después nos dicen que la navegación se realizará mañana. Así es, el viento, los temporales, hacen que los planes cambien de un rato a otro.


Día 54,  5 Febrero 2014 - Laguna del Desierto Norte


Descripción de la Ruta: Navegación y Camino de Ripio
Distancia Recorrida: 7 km. hasta el embarcado y 22 km. del cruce

Hoy dejamos la Carretera Austral y los hermosos paisajes de Aysén para cruzar a Argentina, en el cruce más rebuscado que pudieron diseñar, especial para mochileros, pero para un ciclista es una prueba muy exigente, algo así como un triatlon del cicloturismo ya que incluye navegación, pedaleo y caminata.

El cruce fronterizo Dos Lagunas consiste en navegación en el Lago O´higgins hasta el embarcadero en Candelario Mancilla, desde acá se inicia un trekking de 22 kilómetros en el que cruzas la frontera hasta llegar a Laguna del Desierto Norte, donde hay una última navegación que cruza hasta Laguna del Desierto Sur. En este punto puedes llegar pedaleando a El Chaltén.

El costo de navegación en Lago O´higgins (en el año 2014) es de $42.000.- con opción de visitar el Glaciar O´higgins por $24.000.- adicionales. Nosotros solo iremos hasta Candelario Mancilla ya que sólo el costo de navegar es muy elevado. El precio por la navegación en Laguna del Desierto es de 13 mil pesos chilenos o 200 pesos argentinos.
Además para hacer más placentero el cruce, hay un servicio de traslado de equipaje con costo adicional. El costo no es muy elevado pero este servicio le quita el encanto a esta aventura.

Para conocer el itenerario pueden informarse en esta página: Cruce dos Lagunas.  Aunque las frecuencias finalmente estarán dadas por el clima y principalmente las condiciones del viento.

A las 7 de la mañana dejamos el Camping el Mosco para llegar al embarcadero del lago O´higgins, ya que debemos estar a las 8 para embarcarnos. Este se encuentra a 7 km de Villa O´higgins.

El camino hasta el embarcadero vas bordeando el Lago O´higgins y a esta hora puedes contemplar el amanecer rebosante de tonos rojos y rosas, un espectáculo de colores sobre el lago que nos da la despedida de esta región.

El embarcado se encuentra justo en el término del camino de la ruta 7 y hay un letrero para perpetuar tu hazaña en una fotografía. En este punto nos encontramos con Vicente con quien nos embarcaremos hasta Candelario Mancilla, y también con Federico quien llegó a este punto para llegar al fin de la Carretera Austral y luego continuar pedaleando toda la ruta 7 de vuelta hacia el norte.



 El fin de la Carretera Austral junto Vicente y Federico


En la embarcación Quetru, tus alforjas quedarán protegidas en la escotilla del barco, mientras que las bicicletas quedarán amarradas en la proa del barco e irán recibiendo el agua que salta desde el lago durante la navegación. En este viaje además de nosotros y Vicente viajan 4 ciclistas de USA.




El barco es un servicio turístico más que de transporte por lo que la atención es muy buena, te dan café, galletitas y reproducen un capitulo de  "Al Sur del Mundo" sobre Villa O´higgins grabado en los 80 y que es muy interesante.

Nuestra parada es luego de 3 horas de navegación donde contemplas impresionantes caídas de agua en medio de la selva patagónica y montañas nevadas. Y si sales de la cabina podrás sentir la velocidad a la que nos trasladamos con el fuerte viento que trata de botarte y hace que parezcas un borracho tratando de sostenerte en pie.

Cuando bajas en Candelario Mancilla ves el camino cuesta arriba, y el tractor que Carabineros de Chile tiene para movilizarse te hace una idea del estado del camino. Junto a Vicente, los únicos ciclistas que bajamos en este puerto, comenzamos a pedalear pero el camino estaba tan suelto y tan parado que desde un inicio tuve que empujar mi bicicleta. Vicente me vio afligida y tomo la mochila que llevo atravezada en la parrilla y la puso en su bicicleta, yo estaba infinitamente agradecida ya que gracias a eso se me hizo más ligero el trayecto con la bicicleta. 

Los primeros 7 kilómetros vas subiendo una pendiente muy pronunciada, en un camino de piedras sueltas, lo que hace muy difícil el agarre. Lo bueno es que es un camino amplio, al menos para bicicletas. En medio de este trayecto se encuentra un retén de Carabineros de Chile, en el cual debes haces el control migratorio. Es raro tener que hacer este tramite en medio de este camino, ya que no hay nada más que vegetación, una inmejorable vista el lago Ohiggins y montañas por doquier. El oficial a cargo de esta oficina fue muy amable con nosotros y estaba contento de que al fin chilenos pasaran por esta ruta ya que en su mayoría son europeos. Al despedirnos nos regaló un sobre de café a los tres ya que dijo que lo necesitariamos más adelante.


 Camino desde Candelario de fondo el Lago Ohiggins

Desde el kilómetro 6 el camino se vuelve más amigable en cuanto a pendientes, pero ingresas en un bosque donde debes atravesar un par de ríos y un humedal. El camino sigue siendo amplio así que tienes opción de pedalear y maniobrar con tu bicicleta. Como el camino va sobre el cerro sigues subiendo y bajando por pequeñas lomas. Al momento de cruzar los ríos que enfrentamos habían troncos que te ayudaban a cruzar sin mojarte, pero si debías meter la bicicleta al agua y con ello las alforjas, que resistieron como siempre.

Vicente fue un gran compañero y líder de esta aventura, ya que tiene un instinto extraordinario para desplazarse por la montaña y por los ríos. Sin él hubiéramos terminados todos mojados, embarrados y con un tremendo dolor de espalda.


En el kilómetro 14 casi llegando a territorio Argentino nos encontramos con una pareja de chilenos que viajan desde Calafate. Ella con sus ruedas aro 700 y el con aro 29. Ambos con sus bicicletas con mucho barro y con una de sus alforjas rajadas, pero se veían felices de realizar esta aventura.

En el kilómetro 15 comienzas nuevamente a ascender por el cerro, una subida fuerte que te lleva justo a inicio del territorio Argentino. En este punto se termina el camino y continua una estrecha huella, por un sendero inundado, con barro y lleno de raíces abultadas que hacen imposible pedalear.


 Inicio de Territorio Argentino

Muchas veces nuestras bicicletas fueron literalmente tragadas por el barro y fue necesario empujar entre dos para poder sacarla. La cadena, piñón y frenos de la bicicleta estaban embarrados con un espeso lodo, por lo que había que ir con cuidado para no dañar las piezas.

En el kilómetro 18, cuando llegas a la cima quedas boquiabierto, ya que ves la Laguna del Desierto a los pies del cerro y luego de un denso bosque. Es un día nublado, sino sería aun mejor la vista con los picos del Fitz Roy a lo lejos.

Desde acá comienza una bajada donde sientes que la bicicleta se te va en picada por lo que debes hacer resistencia con todas tus fuerzas. El sendero sigue como una canaleta muy estrecha que seguramente es una caída de agua durante la primavera. Dentro de esta canaleta las raíces brotan por sobre la tierra haciendo poco fluido el rodar de la bicicleta y siendo una molestia ya que debes estar observando el camino en lugar de la vista hermosa del lago que tienes de frente.

En el kilómetro 22 llegas al fin del sendero donde se encuentra la oficina de Gendarmería Argentina para hacer el control migratorio. Ellos te señalan los sectores en que puedes acampar.

Ya llegando a Laguna del Desierto Norte se siente el viento propio de la pampa argentina, un viento que hace levantar el agua del Lago y que mueve arboles milenarios.  

En medio de un bosque y cercano a una caída de agua pusimos nuestras carpas y preparamos una cena comunitaria mezclando toda la comida que se nos ocurrió. Ravioles, vienesas, sopaipillas, pan con chicharrones, café y chocolate.  Todas las cosas muy bien sujetas por una piedra ya que ante cualquier descuido salen volando con el viento.

Al rato comienza a llover y vamos a nuestras respectivas carpas a descansar y dormir como un tronco luego de esta maratónica jornada.


Día 55,  6 Febrero 2014 - Laguna del Desierto Sur


Descripción de la Ruta: Navegación

Nos levamos con ganas de tomarnos las cosas con calma, está lloviendo, estoy cansada y con mucho sueño. Tomamos desayuno con calma y nuevamente resguardando cada una de nuestras cosas a causa del viento.

Cuando terminamos de desayunar vemos que una lancha llega al embarcadero y de ella baja una persona que viene directo a nosotros. Él nos consulta si vamos a cruzar el lago ya que nos puede llevar de inmediato. Nos miramos y rápidamente decidimos irnos, desarmamos nuestro camping y nos embarcamos junto a Vicent.

La lancha nos llevó rauda hasta el extremo sur de la laguna, el viento hacía que se formaran olas así que fue un viaje muy golpeado. Nos sentíamos como en un tagadá. Además mientras navegábamos la lluvia se intensifico y cuando nos bajamos nos empapamos de inmediato.

En Laguna del Desierto Sur hay un camping muy lindo que se encuentra a los pies del Glaciar el Huemul y cuenta con acceso a un sendero para visitarlo. Además y lo mejor de todo es que cuenta con una parrilla donde venden Choripanes y Sandwich de Lomo, así que fuimos rápidamente a armar nuestro camping para celebrar nuestra llegada con cerveza y carne, quizás comí más de lo que debí comer.


 Glaciar el Huemul

El camping en Laguna del Desierto costó 50 pesos argentinos por persona y tiene una gran explanada, arboles y un baño bien equipado con agua caliente. Su ventaja además es la hermosa vista que tiene al Glaciar el Huemul.




Día 56,  7 Febrero 2014 - El Chaltén

Descripción de la Ruta: Ripio 

Distancia Recorrida: 40 km.

Después de una fría noche al fin logramos ver el sol en Argentina. La mañana aún se encuentra helada ya que los rayos de sol no llegan al camping pero si a las montañas que se ven espectaculares.

Tomamos desayuno frente al glaciar y luego continuamos nuestro viaje hacia El Chaltén. 



 Amanecer en camping Laguna del Desierto

El primero en empezar a pedalear fue Vicente y rápidamente se perdió en la ruta.

Apenas comenzamos a pedalear el paisaje nos sorprendía por su belleza, el camino avanza por entre medio de los arboles y luego se cruza con un cristalino río, a pocos kilómetros frente a la ruta se logra ver el Fitz Roy, enorme y colorado por el sol de amanecer. 

Durante todo el camino frente a nosotros esta maravillosa montaña y cada vez nos acercábamos más a ella hasta llegar a los pies de este cordón montañoso en un día que espero se repita.



Después de 40 kilómetros ingresamos al Chaltén en una enorme bajada desde donde se contempla la dimensión de este pueblo.

Chaltén es un lindo pueblo turístico que recibe a todos los entusiastas viajeros que disfrutan de la naturaleza y del trekking, lo denominan la capital nacional del trekking por los distintos circuitos que existen en el Parque Nacional los Glaciares, mejor conocido como Parque Fitz Roy.

Nos quedamos en el Camping El Relincho, el más concurrido de los camping del Chaltén que cuenta con un enorme comedor con cocina, y paredes de coligues para proteger tu carpa del viento constante que hay en este pueblo. Su punto en contra son los baños ya que son pequeños para la cantidad de gente que se queda y muchas veces los encontramos sucios. Su costo es de 50 pesos argentinos por persona.

En el camping nos encontramos con la Familia Pedalera, quienes venían del trekking a Laguna Torre y nos recomendaron ir. 

En cuanto a Vincent vimos su bicicleta con cadena en las rejas del camping, así que debe estar internado en el Parque y lo veremos en unos días más.

Al día siguiente fuimos a Laguna Torre, un trekking de dificultad mediana de 11 kilómetros desde El Chaltén hasta la Laguna. Este trekking te lleva hasta la laguna de los deshielos del Glaciar del Cerro Torre, un lugar que no pudimos apreciar en su totalidad ya que las nubes ingresaron rápidamente mientras caminábamos.





 Laguna Torre - El Chaltén


En nuestro regreso al pueblo nos encontramos con Vicente, quien nos adelantó que el día de mañana llegaría al camping y acordamos hacer un asado, como no hacerlo, estamos en Argentina por Dios.

Al llegar al Chaltén en nuestra ruta se cruzo una pizzeria, aunque en realidad hay pizzerias, heladerías y restaurantes de carnes y pastas por todos lados... pero pizza, hace cuanto que no comemos pizza? probablemente más de 50 días sin ella.

De regreso al camping no veíamos nuestra carpa dado que un gigante vecino se estacionó a nuestro lado. Nos daba tanta risa ya que nuestra carpa parecía la casa del perro al lado de este tremendo camión. En él viaja un matrimonio suizo de edad avanzada que trajo este camión desde Suiza en barco hasta Buenos Aires y desde ahí han recorrido por tierra la Patagonia.




En nuestro tercer día en Chaltén fuimos a hacer las compras para el  hacer el asado y de regreso venía Vicente con más compras para nuestro almuerzo. El camping tiene varias parrillas para ser usadas, las que tienen la particularidad de ser cerradas y poseen una chimenea por el constante viento. En Punta Arenas este tipo de parrillas se llaman chulengos y debe ser por la forma que tiene, cuatro patas, un cuerpo gordo y un largo cuello.
 
Este fue un día dedicado a cocinar, comer y descansar.

En nuestro cuarto día teníamos intensiones de hacer el trekking al mirador del Fitz Roy pero desperté muy temprano con malestar al estomago, ya que exagere comiendo todo lo que encontré desde que pisamos territorio argentino. Mi cuerpo desconoció tanta comida que no fueran tallarines ni ravioles al parecer.

Recorrí todo el Chaltén buscando una jalea preparada y no encontramos nada, solo para preparar. 

A medio día estaba tirada en la carpa, descansando y esperando que pase mi malestar cuando comienza a llover. Una fuerte lluvia que no nos hubiera permitido ver el el Fitz Roy, así que al menos no lamentamos no haber hecho el trekking ya que no hubiéramos visto nada.


Día 60,  11 Febrero 2014 - Calafate

Descripción de la Ruta: Asfalto
Distancia Recorrida: 230 km. en bus 

El tramo hasta Calafate lo hicimos en bus ya que luego de pequeñas experiencias en la pampa argentina (Los Antiguos) sabíamos que no disfrutaríamos el viento característico de la ruta 40.

El pasaje en Bus nos costó 190 pesos argentinos y por llevar las bicicletas un costo adicional de 100 pesos argentinos. Este costo se paga cuando compras los ticket, no como en Chile que finalmente arreglas con el chofer o auxiliar del bus.

El camino por la pampa es hermoso pero es demasiado extenso y en este tramo la mitad del trayecto tienes el viento a favor, y el resto del viaje el viento te pega de lado, y para rematar los últimos 30 km el viento te pega de frente y no te deja avanzar.

En Calafate llegamos al camping El Ovejero donde nos encontramos nuevamente con la Familia Pedalera de Alemania. En este encuentro Lea y Gregorio me hicieron el mejor regalo que un cicloturista que empieza quiera tener, un sillín de cuero inglés marca Brooks que incluso hace juego con mi bicicleta. Les di mis infinitas gracias y Andrés lo instalo de inmediato. Mi antiguo sillín terminó en una de las bicicletas de los chicos de la Reserva Natural de Calafate.

En el camping también vimos la carpa de Vicente y su bicicleta, pero no lo vimos a él.

El camping esta bien ubicado, cercano al centro y a un supermercado. Tiene un baño bien equipado y sobre todo muy limpio. Lo malo del lugar y que lo descubrimos en la noche, es que justo al lado del camping hay una calle muy transitada y que a cada rato sientes pasar los autos enchulados con turbos.

Después del camping fuimos a averiguar de pasajes para Puerto Natales y para el Glaciar Perito Moreno y para nuestra sorpresa Vicente está acá. El que es blanco ahora está muy colorado, como insolado y ahí nos cuenta que el tramo en la pampa fue demasiado duro a causa del viento y por esto va a seguir hasta Natales en Bus, igual que nosotros.

Febrero es temporada alta en Calafate, sobre todo esta semana que es la semana Calafatina con un festival que trae estrellas de lujo, pero que no conocemos. Por esto es que los pasajes en bus se encuentran agotados. En una agencia nos dieron la esperanza de hacer un viaje especial a Puerto Natales para el día de mañana ya que es mucha la demanda y esperamos un par de horas hasta que nos dieron respuesta positiva.

El costo de los pasajes a Puerto Natales es de 200 pesos argentinos, y el costo adicional por la bicicleta es de 200 pesos más.

Más pronto de los esperado nos vamos de Calafate, sin visitar el Glaciar Perito Moreno pero no nos duele tanto ya que tuvimos la oportunidad de verlo en una visita anterior y seguro se repetirá una nueva ocasión. Además no estábamos disfrutando nuestra estadía en Calafate, el tipo de turista que vemos acá es distinto al que estábamos acostumbrados a ver en Aysén e incluso en El Chaltén. Sentíamos que el ruido y el movimiento de esta ciudad nos abrumaba.

Este día nuestra carpa tuvo un segundo accidente, una segunda varilla se quebró, lo solucionamos provisoriamente con Duct Tape que es milagroso y esperemos resista lo que nos queda de viaje.


Día 61,  12 Febrero 2014 - Calafate

Descripción de la Ruta: Asfalto
Distancia Recorrida: 362 km en bus


Antes de partir rumbo a Puerto Natales hicimos una visita a la Reserva Natural, un lugar alejado del centro y del ruido. Un lugar tranquilo, hogar de muchas aves que Andrés aprovecho de avistar y de fotografiar.


 Reserva Natura Laguna Nimez

Cercano a la reserva vimos una fabrica de pastas donde aprovechamos de degustar las ultimas pastas argentinas antes de volver a nuestro País.

El viaje en bus fue agotador, unas siete horas arriba del bus y mirando por la ventana pampa, pampa y más pampa. Me imagino este trayecto en bicicleta ya que arriba del bus se sentía como el viento hacía resistencia.

Llegamos de noche a Puerto Natales y nos fuimos directo a uno de los camping Josmar que vimos por internet y que se encuentra a dos cuadras de la plaza principal. 

El camping se encuentra bien ubicado, tiene bonitos sitios y baños limpios. Cuenta también con una pequeña cocina, quizás insuficiente en temporada alta como ahora. Lo malo del lugar: la atención, ya que en al menos dos oportunidades pasamos un mal rato por parte de una de las señoras que atiende el lugar. El costo del camping es de $4000 por persona.

Eran pasada las 23:30 cuando terminamos de armar nuestra carpa y quisimos salir a dar una vuelta por Natales y aprovechar de comer algo, pero una de las señoras que atiende el lugar nos dijo que no podíamos salir porque cerraban el camping a las 12 y nos quedaríamos afuera. Nos pareció extraño y nos sentimos incómodos con estas reglas que nunca antes habíamos tenido en todo el viaje.

Buscamos otro lugar para quedarnos, un Hostal pero por la fecha estaba todo copado, así que nos quedamos una noche más y luego nos fuimos a las Torres del Paine por 5 días, y coordinamos con un hostal para alojarnos a nuestro regreso de Torres del Paine. Hostal Casa Teresa que por $8000 por persona dan hasta desayuno y atiende la Señora Teresa, una persona encantadora que te hace sentir como en casa.  

La noche antes de partir a Torres del Paine nuestra carpa colapso, una tercera varilla se quebró y dejo nuestra carpa en el suelo. Lo solucionamos provisoriamente sacando una de las varillas pero la carpa quedó suelta y no resistiría una lluvia, ni tampoco el viento del Camping Payne Grande. De todas formas nuestros planes continuaban, mañana nos vamos a las Torres y allá buscaremos una solución. 



Día 63,  14 Febrero 2014 - Parque Nacional Torres del Paine



Dejamos nuestras bicicletas en el Hostal Casa Teresa y tomamos un bus hasta el parque. Los pasajes en bus lo compramos en una tienda de artículos de camping en el centro de Puerto Natales, es un ticket de ida y vuelta y costo es de $15.000.- Posteriormente nos enteramos que el ticket en otra compañía de bus puede costar hasta $12.000.- por lo tanto hay que averiguar antes si se tiene el tiempo.

Inicialmente nuestro plan era llegar en bicicleta al Parque Torres del Paine pero luego de averiguar del estado de los caminos y leer experiencias de viaje en este lugar, decidimos venir solo en bus. Probablemente alguna vez volvamos a realizar esta ruta en bicicleta, pero en una fecha menos transitada y con menos kilómetros encima.

Hoy es el día de San Valentin y al subir al bus nos regalaron un quequito con un corazón, y yo me doy cuenta que viajo junto a mi compañero, el amor de mi vida realizando este viaje inolvidable que está muy lejos de ser romántico pero que nos ha unido cada día más, y en cada pinchazo de las ruedas de nuestras bicicletas, aun más. 

Estábamos cerca del parque y a lo lejos vemos el cordón montañoso del parque, casi como un oasis de montañas en plana pampa. Hoy es un día como el que nunca vivimos en la Patagonia. Sin ninguna nube, era impresionante, el parque lucía como una hermosa maqueta.

Al llegar al parque nos informan que el Camping Base de las Torres se encuentra cerrado, así que debíamos decidir que hacer ya que pretendíamos llegar hoy a este camping, pasar la noche y llegar al mirador de las las Torres del Paine al Amanecer, y contemplarlas con su color cobrizo tal como lo hicimos en nuestra primera visita al parque en el año 2008. 

El costo de ingreso al Parque es de $5.000 para chilenos, y de $18.000.- para extranjeros. Los camping se pagan aparte ya que se encuentran concesionados, pero hay algunos que pertenecen a conaf y son gratuitos.

Esta es nuestra cuarta visita al Parque porque nos encanta, pero nunca habíamos venido en pleno febrero y nos sorprendió ver tanta gente. Los buses no paran de llegar y son muchas las personas que ingresan diariamente y que están días e incluso semanas dentro del parque.

Finalmente nos quedamos en el camping Hostería Torres (precio de camping por persona de $6000) y desde ahí caminaremos por el día hasta la base de las torres, comenzando recién a las 12 del día. Este trekking de ida y regreso comprende lo siguiente:


Distancia: 16 kms ida y vuelta 

Duración: 8 horas de caminata

Desnivel: 950 mts

Esta fue la mejor decisión, había olvidado lo dura que es la subida y sobre todo cuando cargas pesadas mochilas en tu espalda. El sendero hacía el mirador de las Torres parecía una procesión religiosa, mucha gente caminando en nuestra dirección, y mucha gente caminando de regreso, y nosotros que nos acostumbramos a saludar y conversar con la gente que encontramos en el camino, pero acá es imposible y durante nuestro trekking dijimos infinitos "holas!". 

La llegada al Campamento Chileno indicaba el fin de la primera subida. Este camping estaba colapsado, muchas carpas por donde miraras, en ambos lados del río, en las piedras a un costado del río, en pendientes. Fue acá donde divisamos una pareja que nos hacía señas desde el río, eran Marta y Javi de España, los cicloturistas que conocimos en Santa Lucia y luego nos reencontramos en Puyuhuapi. Ellos nos contaron de lo duro que fue el tramo pedaleando por la pampa argentina y lo difícil que fue encontrar alguien que los llevara. Ellos pasarán su ultima noche en el parque y ya están terminado su aventura.

El último kilómetro de caminata hacía el mirador es cuesta arriba, en un sendero mejorado al que conocíamos y que hizo más liviana y menos peligrosa la subida.

Llegar al mirador es igual de sorprendente que contemplar Las Torres por primera vez, enormes montañas que nacen desde una laguna de color verde intenso y lo mejor es que es un día despejado y recién llegan algunas nubes por lo que podemos contemplarlas con tranquilidad y en su totalidad. Junto a nosotros unas 100 personas más contemplando este espectáculo, algunos con guitarra, algunos bañándose dentro de la laguna, otros tomando un respiro para volver.


Mirador Torres del Paine

De regreso el camino es casi un paseo, ya que la mayor parte del tiempo vas en bajada, aunque en algunos tramos debes tener precaución. 

En el camping nos encontramos con 2 cicloturistas franceses que conocimos en el Camping de Puerto Natales, ellos vienen desde Ushuaia y llegaron al Parque Torres del Paine en bicicleta, pero dejaron sus bicicletas en la Hosteria Torres para hacer el circuito W. El costo de la custodia de las bicicletas es de $5000.- por cada una.

Una nueva noche con nuestra carpa destartalada, en este sitio no corre nada de viento y el clima está agradable con cero probabilidad de lluvia así que dormiremos tranquilos. Pero para el día de mañana debemos pensar en una solución, ya que acamparemos en el Camping Payne Grande, frente al lago Pehoe, donde sabemos siempre corre mucho viento. 



Día 64,  15 Febrero 2014 - Payne Grande

Salimos del camping hacía la administración y una camioneta nos llevó por el valor de $2.000.- por cada uno. Era temprano pero debíamos hacer la hora ya que los buses que nos llevarían hasta el embarcadero en el Sector Pudeto recién llegarían a las 14:30 horas. Este tiempo lo ocupé limando algunas varillas rotas de nuestra carpa para eliminar, las partes rotas y agregando una nueva varilla para darle el largo adecuado, espero funcione.

El camino a Pudeto es hermoso y ahora se aprecia con especial atención esta ruta, que es de terror para las bicicletas por el tránsito de buses,autos y las pendientes a lo largo de este corto camino. Sin embargo, contemplar las vistas del parque, los macizos, los lagos, el reflejo del cielo despejado de hoy... es lamentable hacerlo detrás de la ventanilla de un bus, con el horrible ruido de su motor, con la velocidad que te hace perder de vista en un segundo la enorme cantidad de atractivos que encuentras en el camino. Extraño mi cletita!.


Camino a Sector Pudeto


En el sector Pudeto el panorama era más bien triste, ya que cientos de árboles se encuentran carbonizados producto del incendio que enfrentó el parque el verano del 2012. Junto a este escenario se asoma el Lago Pehoe con su color turquesa lechoso y el catamarán que nos llevará al otro extremo del lago. El costo el del catamarán es de $12000.- de ida y $18000 de ida y regreso.

En viaje en catamarán es hermoso ya que mientras navegas por este hermoso lago ves los Macizos del Paine encima tuyo, una imagen mágica que tienes que disfrutar en silencio para sentir el viento. Lamentablemente el ruido de la gente que pasa, se atraviesa, te empuja y atropella no hizo este viaje muy placentero.... realmente no disfruto saliendo en temporada alta.




Vista de Macizos desde Catamaran

El camping Payne Grande es una gran explanada a los pies de la montaña más alta e imponente de los macizos. El lugar se encuentra tapado por carpas, predominando el color naranjo de las carpas marca Doite. Este camping se caracteriza por el fuerte viento que corre, y que se hace más fuerte durante el anochecer. El costo del camping es de $6000.- por persona.

En el camping, mientras Andrés esperaba su turno en el baño se encontró con Rodrigo, uno de los 3 amigos que conocimos en el refugio de Río Bravo. Él le contó a Andrés que hicieron el cruce por el Río Mayer (hacia Argentina para así no pagar los $42.000 que sale cruzar por el Lago O´higgins) pero que fue toda una hazaña que duró 3 días, donde se perdieron, ya que habían muchos senderos, además debieron cruzar un puente colgante tan estrecho que debían tomar su bicicleta y levantarlas mientras caminaban por el escuálido puente, luego de llegar a Argentina en Gendarmería les costó hacer el trámite de migración ya que habían ingresado en un paso fronterizo no habilitado. Después de esto pedalearon por la pampa argentina. Esto ha sido lo más agotador a causa del viento y debían hacer relevos para descansar y así lograr avanzar. Rodrigo se había separado del grupo antes de regresar a Chile, ya que a causa de una lesión en la rodilla se quedó atrás y decidió pedalear a su ritmo. En Natales tomó contacto con sus amigos quienes también están en Torres del Paine pero haciendo el circuito de trekking "O". 

Armamos nuestra carpa probando la solución temporal que le dimos a las varillas rotas y ésta funcionó a la perfección, así que dormiríamos tranquilos en caso de un temporal de viento.


Día 65,  16 Febrero 2014 - Glaciar Grey

Nos levantamos a las 6 AM, temprano ya que hoy será una jornada de al menos 10 horas solo de caminata. Desde Payne grande iremos al glaciar Grey para volver en la tarde a Payne Grande, una trekking de ida y regreso para evitar cargar mochilas y disfrutar del paisaje.

Fuimos los primeros en levantarnos y en comenzar a caminar hacia el glaciar. Algo raro ya que siempre somos los últimos en salir.  Este trekking tiene la siguientes características

Desnivel Subida:458 m
Desnivel Bajada: 365 m
Distancia: 28 km
Tiempo: 8 hrs de caminata


El camino al glaciar se disfruta mucho ya que no es de mucha dificultad, sobre todo cuando el único peso que llevas es el snack para el día.

En el camino vez la Laguna de los Patos, con sus tranquilas aguas que refleja el color del cielo a la perfección. Luego llegas al Lago Grey y lo recorres por la orilla contemplando los témpanos que flotan en sus aguas. Junto frente al lago, un ruido que habíamos sentido antes, un golpeteo que siempre nos hizo detenernos a mirar los arboles buscando al pájaro carpintero, como esta vez y justo frente a nosotros un árbol no muy frondoso nos permitió ver de inmediato a tres Carpinteros que buscaban en el alimentos. Era un macho y dos hembras, lo que es fácil reconocer por el color de su cabeza que en el caso de los machos tienen su cabeza roja.


Carpintero camino al Glaciar Grey


Una gran bajada nos lleva cerca del Campamento Grey, lugar donde conocimos a Fernando y Héctor, quienes nos dieron buenos datos para contemplar el Glaciar. Ellos eran pura buena onda y venían de hacer el circuito "O" y continuaban hasta el Valle del Francés.

Finalmente llegamos al mirador del glaciar, una deuda pendiente ya que la vez anterior no terminamos el sendero y siempre lo vimos de lejos. Desde el mirador podíamos apreciar desde distintos ángulos esta maravilla, desde la altura o desde el borde del lago cercano a sus témpanos. En este lugar nos quedamos mucho rato ya que por su belleza, era difícil dejar de apreciar.


Lago Grey y Glaciar Grey


Dejamos el Glaciar y llegamos a nuestro camping pasada las 18 horas. Se nos acabaron las provisiones de fruta, así que en la hostería compré las manzanas más caras del viaje, $500 cada una y eran chiquitas.

Al entrar y salir de nuestra carpa los cierren no cerraban, al pasar el carro este se abría. La puerta interior de la carpa tiene dos cierres, y desde hace varias semanas que uno de ellos no cerraba, pero no nos importó ya que tenía un segundo cierre... bueno, ahora si nos importa porque este segundo cierre también falló y la técnica del alicate no nos resultó. Andrés ingreso a la hostería para pedir un alicate más grande a ver si esto servía y mientras ingresaba se encontró con Alex y Jorge (quienes conocimos en Río Bravo junto a Rodrigo) quienes venían desde el Glaciar Grey y llevan 6 días haciendo la "O" y pasado mañana terminan el circuito. Unas maquinas para caminar y pedalear, ya que recorrer la "O" en 8 días es todo un récord. Acá Jorge nos aclaro lo ocurrido en el accidente camino a Villa O´higgins, fue una fuerte caída donde sintió que su clavícula se había fracturado, luego el camión lo llevó hasta el consultorio en Villa O´higgins pero estaba cerrado y una señora que conoció en el transbordador lo vio, lo llevó a su casa, lo alimentó y con el cariño y calor de su hogar su supuesta fractura no le molestó más, y asumió que lo ocurrido fue solo una contusión que con lo frío del día, más el susto vivido se intensifico en dolor. Al día siguiente pudo subirse arriba de su bicicleta y pedalear como si nada hubiera pasado.

Finalmente un alicate más grande tampoco nos sirvió y el viento corre fuerte azotando y deformando las carpas con sus golpes. La nuestra si no la arreglamos terminará como un globo  arriba de un cerro. Con Duct Tape tratamos de cerrar la puerta pero no se pega tan fuerte en la tela y finalmente termina despegándose. Nuestra solución fue buscar muchas piedras y ponerlas sobre el faldón para que el viento no ingrese. 

Esta solución resultó perfectamente, dentro de la carpa no se sentía el fuerte viento y esperemos aguante durante la noche.






Día 66,  17 Febrero 2014 - Valle del Francés

Hoy es nuestro último día de caminata en el Parque y desde Payne Grande iremos al Valle del Francés por el día. Nos encanta esta modalidad de establecer un campamento base y hacer las caminatas de ida y vuelta sin peso.

Las características de este Trekking son las siguientes:
Desnivel: 550 m.
Distancia: 26 km.
Tiempo: 10 hrs.


Nuevamente salimos a las 7 de la mañana ya que la jornada de hoy será más extensa que la anterior, sabemos que es un tramo de poca dificultad pero igual de extensa que la de ayer.

Salimos de Payne Grande y el camino lo marca los Cuernos del Paine, ya que vamos derecho hacía ellos. Internados por un bosque nos damos cuenta que el bosque quemado llega hasta cierto punto, de ahí en adelante se nota el área que no fue alcanzada por el fuego, un bosque verde tipo manzana nos acompañará el resto del trekking.

Al cruzar el caudaloso Río Francés se encuentra el Camping Italiano y cruzando el puente se logra ver por primera vez el Ventisquero Francés, que durante el camino te sorprende por sus tronaduras al desprenderse sus hielos.


 Ventisquero del Francés

El camino continua subiendo por un sendero paralelo al Río Francés. Una huella entre bosques donde vas contemplando el Ventisquero por gran parte del camino. 

En el sendero hay 3 miradores que te llevan cada vez más cerca de las montañas, la vista es espectacular para tener una vista panorámica del valle y del cordón montañoso del parque.


Valle del Francés

En el tercer mirador nos encontramos con más amigos, Jorge (uno de los 3 amigos que conocimos en Río Bravo), los 2 cicloturistas franceses y además conocimos a una pareja de cicloturistas argentinos que vienen de Ushuaia y que pretendían llegar pedaleando hasta acá y luego volver a Argentina para continuar por la ruta 40 hacía el norte, y al igual que a muchos el viento los aburrió así que tomaron un bus en el tramo Punta Arenas - Puerto Natales. Nosotros les aconsejamos que tomaran la Carretera Austral para continuar hacía el norte, ya que la ruta 40 tiene el inconveniente del viento, los pueblos se encuentran alejados unos de otros y además que no es tan atractiva como nuestra Región de Aysén, y esto es lo que todos comentaban, al menos hasta Futaleufú.

De regreso a nuestro Camping comenzó a llover, una lluvia suave. Andrés comenzó a sentir un malestar en sus piernas y claro, en los últimos días habíamos caminado y 70 kilómetros y nuestro cuerpo comenzaba a reclamar. Disminuimos la velocidad de nuestra marcha para no resentir nuestra musculatura... aun queda viaje y kilómetros por pedalear.

Ya cerca de nuestro camping, el parque nos regala un arco iris como premio a nuestro esfuerzo, y el haber realizado un distorsionado circuito "W" donde conocimos cada unos de sus atractivos.


Lago Pehoe

Llegamos al camping y nuestra carpa aun estaba ahí, cubierta de todas las piedras que le dejamos. Acá se puso a llover fuertemente y luego de comer nos sentíamos cansados y fatigados, así que en nuestra carpa vimos un nuevo capitulo de nuestra serie y pasamos nuestra última noche en el parque.


Día 67,  18 Febrero 2014 - Puerto Natales.


Nos despertamos con una fuerte lluvia, hoy nos vamos a Puerto Natales y para ello tomaremos el primer catamarán del día. Hoy no creo que me sienta atropellada en el catamarán ya que la fuerte lluvia y las nubes no permiten ver los cuernos del parque.

Nuestra carpa queda toda mojada en nuestro intento de guardarla. Mientras hacemos fila en el embarcadero para subir al catamarán el agua que cae es mucha y estamos quedando empapados.

Después de bajarnos de la embarcación hay que esperar el bus que llegará en un par de horas más, toda una estrategia ya que el paradero esta junto al café de Pudeto, ya que prácticamente te obligan a esperar dentro del local tomando un chocolate caliente, sobre todo con la lluvia que cae el día de hoy.

Al llegar el bus esperamos que este abra las puertas, y es como si anduviésemos con una nube negra sobre nuestra cabeza, ya que mientras estábamos afuera cae un chaparrón que te llega a molestar al pegar fuerte en tu cabeza, nuestra ropa se empapa pero es parte de la aventura. Al subirnos al bus, deja de llover mágicamente, se abren las nubes y sale el sol. Un complot en nuestra contra? no, para nada, ya que nos sentamos donde llegaba el sol disfrutando del hermoso paisaje en nuestra despedida de las Torres del Paine.

En Puerto Natales llegamos al Hostal Casa Teresa donde nos atendieron muy bien, llegamos a ver nuestras cletitas que estaban en perfecto estado ya que las dejamos con sus alforjas y con una capa para la lluvia.

En Puerto Natales nos quedamos tres días donde aprovechamos de descansar, pasear con nuestras bicicletas y de arreglar nuestra carpa para nuestro pedaleo hasta Punta Arenas. La solución para los cierres fue incorporar velcro a lo largo de toda la puerta de entrada, un arreglo que me tomo unas 4 horas de estar cociendo y pinchándome los dedos pero quedó bastante decente y funcionando perfecto. Además en esta instancia trate de comunicarme con Doite, para hacer valer la garantía de mi carpa, ya que en menos de 3 meses esta tiene 3 varillas rotas, dos cierres que no funcionan y además tiene muchos hongos producto de la condensación.

También Natales fue punto de encuentro con todos nuestros amigos, más bien el Supermercado Unimarc fue el punto de encuentro ya que por cada pasillo que recorríamos nos encontrábamos con alguien conocido, algo muy lindo ya que finalmente te das cuenta que todos a quienes conociste se encuentran bien y disfrutando tanto de esta aventura como nosotros.


 Alex, Jorge, Andrés y yo en las afueras del Supermercado

Nos encanta Puerto Natales porque cada día te muestra un nuevo paisaje. La costanera es un lugar espectacular para pasear y sobre todo para pedalear con una hermosa vista del Seno Ultima Esperanza.


 Puerto Natales






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